REGALITOS DE ENFERMO

¡Hola guerreras!
Ya estoy aquí otra vez, bufff qué semana más larga, pero por fin ¡vierneeeees!. Las Navidades han sido más tristes de previsto, perdimos a 3 seres queridos en la familia y ... ¿no os ha pasado nunca aquello de que todo sale mal a la vez? to junto: se estropeó el coche justo antes de salir al aeropuerto y mientras no estuvimos se lo llevó la grúa, mi suegro perdió el vuelo de vuelta, me cargué el maravilloso equipo de música que me prestó mi padre... La endometriosis haciendo de las suyas como siempre, me dio una crisis en Nochebuena y otra en nochevieja, morí intentando comprar regalitos y después de la cabalgata de Reyes pagué caro haber saltado tanto. Aún así, me llevo una colección de momentos maravillosos con la gente que más quiero y éso no me lo quita nadie. Gracias a ellos me doy cuenta de lo mucho que merece la pena luchar por resistir a nuestra enfermedad y curarnos.
Así que...

 ¡Cuidaíto mundo!que vengo este 2016 con más ganas de luchar que nunca.

La entrada de hoy es sobre un fenómeno un poco curioso que me ha pasado con los regalitos de éste año.Digamos que como los Reyes se han enterado de que estoy malita, me han echado "regalitos de enfermo". No sabría definir bien lo que es un regalito de enfermo, no se si es el regalo en sí, o la explicación que te dan cuando los recibes. En fin, mejor judgad vosotras mismas, guerreras.

1. Una gatita... para que puedas practicar "ronroterapia"
¿Ronroqué? Pues es una técnica que utilizan los psicólogos para tratar a la gente con depresión y estrés (pero si no estamos deprimidas, e!stamos enfermas!). Según investigaciones, el ronroneo de los gatos está dentro de una frecuencia de 25-50Hz, similar al de la música clásica, que a nuestro cerebro le gusta, y responde generando serotonina, provocando una sensación de serenidad y plenitud.
Parece ser que hay clínicas con gatitos donde la gente paga un congo por cogerlos y acariciarlos un ratito, y la ida de olla máxima es que hay hasta discos de "ronroneo".

Cuando llevo 5s escuchando esto, más que relajación me la risa. Hay que ver lo que inventa la gente. Bueno, ésa es la teoría, ahora viene la práctica.
Chicas, os presento a Lara (se llama así por Lara Croft, como no)

Es una gatita de 2 meses que hemos adoptado por Reyes, es el peluche viviente más adorable, cariñosa, juguetona que he visto nunca. Estoy enamoradísima de ella. Ahora que ya tenemos el gato, intentemos practicar ronroterapia:
1. Elige una habitación lejos del ruido. Chupao, ya está.
2. Coloca al animal sobre tu regazo y comienza a acariciarlo. Fácil, ¿no?. Pues no hay manera de que se esté quietecita, porque en ese momento lo que quiere es jugar... ¡ay! ¡no me muerdas! ¡ay! ¡mi mano ¡no es un jugete! ay! no, el pelo no se come!
Y ya está, ésta es la máxima experiencia de ronroterapia que he podido tener. Hasta esta madrugada, cuando me despertó un fantasmita ronroneador con la nariz pegada a mi cara. Ah, ahora sí que quieres, ¿no?

2. Un libro de colorear mandalas ... para relajar.
¿Cúal es vuestro primer recuerdo de la infancia? Uno de los primeros que tengo es de cuando estaba en parbulitos, tendría 4 años, era la semana de antes de Navidad y la actividad de ése día era colorear un ángelito (muy simple) y, una vez terminado, repasar los bordes con un punzón,arrancarlo y regalárselo a Mamá para ponerlo en el Belén. A mí lo del punzón no me salía, no sé por qué, pinchaba y pinchaba en todas partes, incapáz de hacer una línea con los agujeros. Los otros niños acabaron su ángel y se fueron y yo segúí haciendo "horas extra", llorando, pinchando a diestro y siniestro a mi pobre angelito fusilado. Al final, a la monja le dió pena y me dejó recortarlo con los dedos y marcharme a casa. "Parece que lo han roído los ratones" - decía. Fijáos lo mal que lo tuve que pasar para acordarme tan bien.
Mi antidón fué a más y tuvo manifestaciones muy parecidas, con una letra de punto de cruz para mi madre que fui incapaz de acabar, con  la asignatura de plástica...etc.

¿por qué cuento esto? porque las mandalas son los dibujos éstos indios preciosísimos, que se usan como una actividad de colorear para adultos. Requiere paciencia, pulso, concentración y destreza. Pongo un ejemplo:

¿Habéis visto esto? ¿no es para volverse loco? Reyes Magos, por favor, no pidáis peras al olmo. Sé que a muchas les encantará y harán maravillas, pero tened piedad de esta endoguerrera que de tanta mandala se vuelve majara.

3. Un puzle de 1000 piezas ... para el tiempo libre.
Con el puzle me pasa lo mismo que con las mandalas. Tampoco soy capaz de fijarme en nada, para espía no valgo, nunca reconozco a alguien por la calle, nunca fui capaz de resolver una sopa de letras y nunca encontré a Wally en su libro. Si después de las mandalas me queda algo de cordura me pondré con el puzle :).

4. Un set completo de medias y faldas... 
¡Bien! de todos los tamaños¡olé esa madre y esa suegra que saben lo bien que me vienen!

5. Un antifaz relajante... para los momentos de dolor.
Me encantan esos ojitos, se meten en la nevera y te los pones fresquitos, para las crisis con dolor de cabeza nos viene genial. Lo que pasa es que si tengo los ojos tapados no puedo mirar mi póster del tío bueno.

Perdonadme, Reyes Magos, por meterme un poco con vosotros pero es que la coincidencia me ha hecho mucha gracia...  Bueno, metidas a parte, que sepáis que me han encantado todos los regalos y que tódo el cariño y apoyo que me dáis con ellos valen muchísimo más de lo que podéis imaginar, nos ayudan a levantarnos cuando nos caemos una y otra vez.

¿Y vosotras guerreras? ¿os han traído regalitos de enfermo?

Ah! una cosa, sólo recordaros que ya se ha abierto el plazo para el preregistro del Tomorrowland, el tema de este año es "El elexir de la vida", me da buen rollo, ¡yo quiero ese elexir para curarmeeeeee! Yo lo voy a intentar, porque es gratis y no pierdo nada, después el permiso de compra es una auténtica lotería.